Cati chan

Catherine "chan" Elizabeth "shine" Ruiz Chavez: Hija de uno de los primeros probladores de la costa central del Perú y una especia de Pata carnívora extinta. Formó parte de las primeras comunidades sedentarias de lo que ahora conocemos como Callao. Durante su infancia vio el auge de las fábricas de la av. Argentina, en las cuales mendigaba por 100 intis (equivalentes a un nuevo sol) diario. Llegada su juventud, decidió migrar hacia nuevos horizontes más alla del océano: sólo llego a la Isla San Lorenzo (su barca la hundió la marina en equivocación por piratas chinos que contrabandeaban wasabis con PBC). Una vez establecida en la isla, su interés por todo ser vivo (un gusano) comenzó a crecer y, luego de establecer vivienda, baño y wi-fi en la isla, salió un día a postular a la richi y (para variar) ingresó a Biología. Ahí conocio a Jazmin "FML" Desider Molanobitch, transformandose esta, cual Ditto, en una Pata para hacerle compañía. Luego de una bajada de estrógenos y progesterona a mediados del 2009, Cathi chan (como la conocen sus amigos) está de vuelta en la facultad para....desaprobar más cursos.

Fà-fa'arh

“Lo hiciste bien, muchacho”

Las paredes rojas del nicho se comenzaban a cerrar

Yo aterrado no sabía en qué más pensar que no sea la forma de huir despavorido de aquel intenso lugar.

Caminaba angustiadamente, entre el fango dejado de la lluvia y los hedores dejado por los animales devorando.

Entré de inmediato al bar de Antón. Las sillas estaban desordenadas y parecía que algún tipo de ritual orgásmico se había realizado allí. Tomé asiento y puse mis ideas en su lugar, pidiendo dos tragos de los más baratos que pude encontrar. Un curioso lugar para una taberna, al lado de un motel y al costado de un cementerio. Agarré el desgastado periódico de hace dos días y me fije en aquel titular sangriento que apareció en las noticias. “¿Huir, quedarme o pensar?” Todo quedaba en mi mente, luego de que el día de ayer me encontrara con esta odiosa criatura, saliendo de los hedores de aquellos cadáveres dejados al azar. Aproximadamente dos metros y medio de alto, con una contextura de un tronco de caoba, de los vistos por mis viajes por aquella recóndita selva amazónica. Su piel era blanquecina llena de estas ampollas verdes rodeando todo lo que podría llamar pecho. No tenía cuello y algo q se asemejaba a una cabeza salía bruscamente de su tronco. Unas espinas, más largas mientras se acercaban al ápice del cuerpo, rodeaban todo este órgano cefálico. Tenía una boca en la parte media de la cabeza, compuesta por cuatro labios que juntos formaban una cruz. Sus ojos parecían estar en la cara interna de cada labio, pero no podría asegurar que así sea. De cada lado del torso nacía un brazo de aspecto humanoide, que terminaban en una especie de órgano copulador. No poseía piernas y se arrastraba cual sanguijuela hambrienta. Lo que no me puedo sacar de la mente es la imagen de este “apéndice” insertado cerca de lo que llamaría ombligo. Me sorprendió que respondiera alguna de mis preguntas, y si mal no recuerdo, me respondió que se encontraba ahí desde siempre, copulando hasta morir. Todo este ser poseía cabezas humanas clavadas en el total de su torso, cabezas que parecían haber sido arrancadas de su cuerpo solo algunas horas antes.

Parecía un ser muy culto y me sorprendió que luego de unos minutos adquiriera una forma humana por la cual poder comunicarnos de mejor manera. Era totalmente humano, a excepción de su juguetón “apéndice” que ahora escondía debajo de una roída chaqueta de cuero.

Luego de preguntas tras preguntas irrelevantes, y que solo hacía para ganarle más tiempo a mi vida, el ser me enseñó un pequeño pedazo de papel, escrito en lapicero (probablemente escrito ya hace más de una década, a decir por la marca y textura del papel que no se veía hace mucho). En él podía leer:

Entre penumbras y susurros

Se esconden pocos augurios

Para los que como muchos

Dejaron el camino a ninguno.

Abandonan emociones

No buscan desazones

Y lo muerto...por muerto da.

Los que tan solo conocen desdicha

De haber dejado todo seguro ya

Deberían darme sus cabezas

Pues sus cerebros ya no sirven más

Entiendan que por salvarse

Se entregan a lo que no saben

Pues lo que saben

Los destruye más

Pues liberaron preciados deseos

De control y tal vez desenfreno

De seguir viviendo

Decidiendo sueños

En vez de apática tranquilidad

Sus cabezas ya no sirven

Ni en un postre bien servido

Y no dudo que algún día

Tuvieron decencia

Tuvieron hombría

Así que los aprovecho

Y conservo muy fresco

Retornándoles la delicia

De los buenos días

De las grandes noches

De las buenas decisiones.

“Por lo menos tú prestas atención a los detalles, muchacho” me dijo aquel ser, que ahora parecía más amigable. Antes de dejarme en las puertas de mi departamento, me dijo que no creyera en la buena suerte, pues nuestro encuentro se volvería a repetir. Luego, pronunció unas raras palabras, provenientes tal vez de alguna lengua extinta que nunca llegaré a conocer. Ahora era su conector con este mundo no infame, divertido y con menos oscuridad que las profundidades. Me hizo jurar que no escaparía a estas visitaciones y que, en caso de romper el juramento, pues ya sabía en donde iba a parar mi cabeza. Dicho esto, se fundió entre la oscuridad y los faros de la medianoche, transformándose en una masa protoplásmica que pareciera siempre haber estado ahí.

“Tengo miedo Antón. No entiendo que haré desde ahora” “Al parecer te has tomado unas copas de más y por lo dicho eres una especie de sacerdote, conector entre su mundo y el de aquí” “Al parecer, tú lo has dicho. No quiero regresar de nuevo, pero ya sé donde parará mi cabeza si lo hago de nuevo” “Vamos joven, no hay de qué preocuparse. Todo está en su cabeza y, mientras no se deje llevar por lo que su amigo no quiere que se convierta, todo ira bien” Tomé una copa, y otra y tal vez dos secas más. Me paré dispuesto a evitar por una noche, desde hace sesenta noches, a aquel amigo indeseable. Pagué la cuenta, me despedí de Antón que no dejaba de mirarme de una manera extraña, arrimé el apolillado asiento y mientras me dirigía hacia la puerta un extraño e impaciente susurro invadió mi oído, desde mi espalda hasta mi espíritu: “lo hiciste muy bien muchacho, ahora que descanse tu cabeza de esta noche de proeza”.

Historia de los comunes

He vuelto luego de un no merecido descanso (aunque se que no te importa, pero me da igual). La idea de volver a escribir me vino luego de ver a la gente pasar sin rumbo un domingo a las 11 am. Basta de rodeos y digamos que para nosotros, aquellos que no sufrimos penurias económicas y/o sociales, o que no estamos en la alta cumbre económica y popular, no existen historias grandiosas ante la sociedad. Un pobre en su estera, de alguna manera saldrá a la luz por políticos oportunistas o programas con ansias de rating. Los encumbrados, bueno eso ya lo saben ustedes. No me importa si me dicen que discrimino a pobres o ricos. No me importa lo que pienses pues esto es mi blog y si quieres opinar más créate el tuyo. Lo que digo es lo que vivo, y vivo en una sociedad "media" de levantarse, desayunar, estudiar (opcional para otros trabajar), regresar a casa, comer, internet (a veces) y dormir. Somos aquellos en los cuales el tiempo pasa demasiado normal. Somos aquellos que no "llamamos la atención". Somos la base media en una pirámide engordada al centro. ¿No hay historias para contar?¿Tal vez me llamas ansioso de atención? Pues no lo soy. Solo quiero que veas la gran omisión de encontrar a algún antiheroe dentro de la masa "común", no vanagloriado por si nunca tuvo oportunidad o porque siempre tuvo todas. Esta es la realidad y la realidad somos nosotros, y si la obvias, te obvias a ti.

Un nuevo año escolar….Hola tranquilidad

Leyendo un articulo publicado acerca de las agresiones que sufrió la famosa actriz miley cyrus en el colegio, me vino a la mente lo detestable y abominable que debe ser ir al colegio en Estados Unidos. Peleas, disparos y asesinatos son noticias de todos los días en la televisión. Desde mi punto debe vista debemos agradecer que estos índices de agresión son bajos en los colegios de nuestro país, donde si bien debe haber agresiones, no es común que estos llegue a mayores. Espero que este repudiable comportamiento, nacido en EEUU, no sea copiado por nuestra sociedad, no es posible que niñas o niños sean agredidos por otros mayores, este comportamiento es algo detestable. Debemos respetarnos y debemos hacer que la convivencia en el colegio sea algo agradable, aunque para muchos jóvenes el ir al colegio sea casi un castigo. Hay que tener en cuenta, que es mejor estudiar en lugar tranquilo que en un lugar donde uno puede ser agredido.

Fujimori: ¿líder o ladrón?

Terror, sufrimiento y desconcierto se vivieron apartir de la década de los ochentas en nuestro país (Perú). Si bien no viví este suceso en carne propia, los comentarios acerca de esta penosa etapa de nuestra historia todavía me dejan perplejo y casi sin palabras por la inconmensurable violencia que se vivió. En este artículo no trato de narrar una historia de horror, que todos los peruanos conocemos y que en cierta forma todos hemos vivido, sino trato de alguna manera recordar a la persona que nos libro de esta situación.
No soy otro Fujimorista más, ni pretendo que se le exonere de las acusaciones por las que lo están juzgando en la actualidad, y que por cierto está llegando a su conclusión con una parcial y merecida condena hacia este personaje. Pero quiero aprender de nuestros errores y quiero reconocer lo que hizo este personaje por nuestro país sin esperar hasta que muera para reconocer lo que hizo. Si bien cometió errores y excesos en su mandato, el nos dio la oportunidad de poder dar ese gran respiro de alivio; nos trajo esa calma y tranquila con que ahora, en tiempos de paz social, podemos apuntar a un desarrollo que se nos estuvo negado por el paso de tantos gobiernos militares o gobiernos civiles desentendidos con su pueblo, donde solo buscaban sus propios beneficios y dejaban a un lado a toda la población.

Pero este curioso personaje, Alberto Fujimori, que ingresó al poder en al año 1990, trajo consigo una gama de oportunidad mediante cambios que en el largo plazo nos están ayudando a desarrollarnos y posicionarnos como uno los países con el mejor índice de crecimiento a nivel mundial. El primero fue el paquetazo que recuperó el valor de nuestra alicaída moneda, el nuevo sol, que se devaluó estrepitosamente en el gobierno de nuestro actual presidente, Alan García, a consecuencia de su política populista que sigue imperando en su actual gobierno, pero esperamos que halla aprendido de sus errores y que no los vuelva a cometer y menos en esta época de crisis mundial. Otra acción de Fujimori fue el auto golpe del 92 con el cual se volvió a retomar el poder y tomar medidas drásticas para la lucha contra el terrorismo que en esos momentos nos estaba ahorcando y en donde no había un solo día en el que no explotaran choches bombas, derrumbaran torres de alto voltaje dejándonos a oscura o muriera un policía o militar que nos estaba defendiendo de los supuesto revolucionarios que buscaban mejorar la situación de los pobres, pero que a su vez eran los primeros a los que estos subversivos atacaron y mataron sin piedad. Estos dos aspectos aunque suenen algo simples son los que fundaron y dieron pie a que el Perú en la actualidad tenga cifras azules en su economía y este creciendo. Por esta razón hay que darle las gracias a este chinito que nos libero del terrorismo, con lo que trajo paz y tranquilidad a la población y devolvió la Estabilidad Política y con ello la Estabilidad Económica con lo que las grandes empresas han vuelto a apostar por nuestro país; y también hay que agradecer a presidentes como el difunto ( Paniagua) y Alejandro Toledo, que dejaron a un lado esa negra y nefasta idea de que cada gobierno debía entrar y destruir los logros del anterior y comenzar desde cero sin seguir la misma línea política y económica, lo que nos tuvo por muchos años atrasados e hizo que países vecinos y hermanos como Argentina , Brasil y Chile hayan tenido un crecimiento y desarrollo más alentador y en mayor ascenso que el nuestro. Pero reitero las gracias al Alberto Fujimori que tuvo los pantalones bien puesto para defendernos y rescatarnos de la crisis en la que habíamos entrado, y también agradezco a Alejandro Toledo y a Alan García que a pesar de sus exabruptos a seguido la misma línea política trazada por Alberto Fujimori y que cada nuevo presidente apartir de él a seguido mejorando; enfatizo que a seguido mejorando y no cambió radicalmente.

Con este escrito no pretendo enaltecer a Alberto Fujimori, solo pretendo reconocer sus logros y como estos han beneficiado al desarrollo actual del país. No pretendo esperar hasta su muerte para que los libros de historia reconozcan sus logros y no solo sus atropellos contra los derechos humanos o su mal manejo del dinero como se esta haciendo en la actualidad. Por esta razón, yo en mi opinión personal creo que el mega juicio que se le esta haciendo a Alberto Fujimori lo deben condenar por todo lo que haya cometido luego del exterminio del terrorismo, porque hay que ser consecuentes que en época de crisis se toman medidas drásticas y algunas escapan de las manos. Con esto no trato de eximir de responsabilidad, pero es forma de tratar este hecho, sino también estaría preso nuestro actual presidente, ya que el ordenó la matanza en la cárcel “el Frontón “, pero hasta la actualidad no se le ha juzgado que opinión merece este echo. Sin más que decir me despido y espero que recapacitemos y siempre seamos objetivos en la historia.

El mundo acabó.

El mundo acabó no tantas veces como historias escuchamos en el pasado. El mundo cerró un ciclo y terminó por ser otro mundo. Dejándonos de tonterías complicadas, el mundo terminó para muchas generaciones años atrás.
Veo una tv vieja y las noticias pasan a raudal, e imagino aquel año de 1914, cuando una generación de jóvenes entusiastas por un futuro prometedor corrían a los centros de alistamientos de sus ciudades y países. Así es, era la flor que esparciría el polén del progreso hacia el futuro. Eran vidas que años antes, disfrutando de alguna tranquilidad relativa, esperaban la entrada a un mundo mejor. Sin embargo, luego de 1915, el mundo pareció acabar para ellos.
Un periódico vuela y aterriza en mi espalda, tan débil y un poco fría. Entre línea y línea me puse en la carne de aquel habitante de París de 1789. Las premoniciones fantasmales de aquella revolución desde años pasados se hicieron realidad ese año. No disfrutaban de tranquilidad, es más, esta generación quería que el mundo acabase y así fue para ellos. Entre cabezas y guerras, su mundo real terminó.
Retumban los edificios y oigo las voces de personas que piensan entrar. La lluvia que cae me hace pensar si el mundo romano del 476 fue igual. Fue un mundo más duradero que los demás, lleno de riquezas en su momento, pero previsto para su final desde siglos atrás. Es como si viera frente mio a las generaciones que pasaron y vivieron esta caída, este fin de su mundo...ese año en que la historia rompió.
Se abren las puertas a gritos y el suelo tiembla por las pisadas de furia que hay. ¿Habrán sentido tal temor los conquistados? Los "indios" del nuevo mundo parecían relativamente estables en su propia realidad. Tan solo algunas profecías mostraban el mundo por acabar, pero nada más que eso. Dos o tres generaciones del siglo XVI no dieron crédito a sus ojos al ver como su mundo acababa quemado por las ansias de progreso de sus amigos evangelizadores.
Tantos mundos y tantos finales. Todos disipados por la onda del tiempo, por la maldición del olvido y por nosotros mismos.
Yo ahora aquí, veo enfrente mio lo que puede ser una rajadura más en la historia...
...pero para mí, mirando frente a frente a mis asesinos y una pistola, ya se acabó mi tiempo...

Manuscrito encontrado al lado de un cadáver aún no reconocido.
Año 4 de la guerra
14 de noviembre de 2o54

Say not to books.

¿Vamos a leer un libro? Hagámoslo.


En la ciudad...

















































Existía...














































Un niño...

















































Que leyó su libro...


























































Y un día dijo:


























































"¿Para qué leer libros tan largos?"
















































Es como mover mi cabeza y mis ojos de un lado a otro...

Me duele el cuello...

Y la vista también...






















































































¡Qué pérdida de tiempo!




























































































Y hasta ahora, no te dice nada a ti...

























































































Y como sientes que tu tiempo se acaba ...














































































Y tu paciencia también...


















































































































Así me siento...
























































































































Al leer...un libro.






























































































Fin
(Dirigido a libros largos, tediosos, que se consideran best sellers, pero no son más que pérdida de tiempo en un hobby inútil...para creerse más cultos...más letrados...mejores pensadores y más "imaginativos"...no hay historia más grande que lo que vives cada día.)